FERIA DE VERA 2023
LA MÚSICA EN LAS FIESTAS DE MOROS Y CRISTIANOS Resulta indiscutible que la música juega un papel de gran importancia en toda fiesta. Es más, se puede decir que, más que importante, es imprescindible. Hemos hablado, en este y otros foros, de la presencia musical en varios tipos de festejos, especialmente los taurinos. Lo hacemos ahora, de la música en las fiestas de moros y cristianos, felizmente recuperadas en nuestra ciudad. No pretendemos realizar, aquí, un análisis profundo de este estilo musical propio, sino, más bien, ofrecer, a modo de apuntes, una somera visión que ayude a entender mejor el papel de las bandas y charangas que intervienen en los desfiles, y sobre todo “qué tocan”. El término música festera se acuñó para englobar a los diferentes estilos de los temas musicales creados específi- camente para las fiestas demoros y cristianos, por lo que ese carácter de particularidad lo confiere como un género original que, además, se compone e instrumenta para banda de música, agrupación musical formada por instru- mentos de percusión, viento-madera y viento-metal. Creo que conviene aclarar, en este momento, el porqué de la mayor presencia de charangas que de bandas en el tipo de festejos que nos ocupa, razón que podemos justificar, por un lado, en la menor cantidad de miembros de una charanga frente a una banda (única diferencia entre ambas formaciones, desde el punto de vista instrumental), lo que favorece la gestión de recursos y, por otro, en el propó- sito mismo de la charanga, que viene a encajar perfectamente con el carácter de los festejos de moros y cristianos. Y entrando ya en materia, hagamos una primera distinción, pues en la música festera hemos de hacerla entre dos grandes grupos bien diferenciados; nos estamos refiriendo al pasodoble y a la marcha, cuya distinción encontra- mos, básicamente en el ritmo, carácter y finalidad. Así, el pasodoble presenta los ritmos y estructuras propias del pasodoble, en general. Su carácter es alegre y, gene- ralmente, brioso. Su finalidad, muy versátil, pues suena en actos de ambos bandos. Dentro de este grupo, distingui- mos, además entre PASODOBLE FESTERO y PASODOBLE “SENTAT”. El festero es alegre y animado, interpretado más en pasacalles de la entrada cristiana y con un tempo en torno a los 100 pasos por minuto, frente al “sentat”, casi carente de marcialidad y más pausado (80-95 pasos por minuto) y que se interpreta más en actos de gloria (proclamación de las fiesta) y dianas (pasacalles matutinos). Citemos, ahora, algunas de las obras más conocidas, por ser las más interpretadas, sin entrar en juicios de valora- ción: Como ejemplos de pasodobles festeros, “PAQUITO, EL CHOCOLATERO” (Gustavo Pascual Falcó, 1937) “CARIDAD GUARDIOLA” (Antonio Carrillos, 1983) “ELS PREPARATS” (Antoni Carrillos, 1991) “XÁBIA” (Salvador Salvá, 1976). Entre los pasodobles “sentats” destacamos “EL CAPITÁN” (Camilo Pérez Laporta, 1894) “MAHOMET” (Juan Cantó Francés, 1882) “CREU I MITJA LLUNA” (José Mª Valls, 1988) “EL K’SAR EL YEDID” (Camilo Pérez Monllor, 1912). En el otro grupo nos encontramos con la marcha, la cual presenta un ritmo propio y característico, fácilmente reco- nocible por el oyente. Su finalidad es la de interpretarse en los desfiles y entradas; su carácter, depende del tipo de marcha, ya que distinguimos claramente entre la MARCHAMORA y la MARCHA CRISTIANA. La finalidad de la marcha mora, como indica su nombre, es servir de acompañamiento a las tropas del bando moro en sus entradas y desfiles. Presenta un aire pausado, tranquilo, alrededor de 55 pasos por minuto, y unas melodías 92 NARRATIVA Feria de Vera 2023
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