FERIA DE VERA 2023

La noche de septiembre entra por la ventana, trayéndose el reflejo del globo de papel con un halo de ángel, del armario entreabierto con la ropa cayendo como casas en Cuenca, como el agua desbordada en Tabernas. La noche se entromete sin permiso entre el sueño y el libro que me espera y todo aquello que quería decidir para mañana. Se ha colado la noche a recordarme que quizá no haya más, que nada importe, que dentro de unas horas vendrá la luz de nuevo y todo seguirá como hasta ahora: decisiones pospuestas, rutinas que nos guían como hilos conductores, como a niños llevados de la mano, al colegio, a la iglesia, a casa cuando es tarde y todo lo que, sí, quedará sin hacer, y no pasará nada. Ha venido la noche a leerme la cartilla, a preguntarme quién me creo que soy yo, ( como si le importara a más de uno, de dos o de cincuenta esta angustia nocturna ).