FERIA DE VERA 2023
17 PREGONES 2022 Feria de Vera 2023 go que se adentren conmigo en la importancia que posee cada acción, cada gesto, aunque sea pequeño, si con él se contribuye a la simbología que rodea la lidia de un toro bravo en una plaza de toros. Por ejemplo, en su plaza se puede acceder a un pe- queño museo taurino en el cual se exponen ternos y capotes de paseo junto a varios carteles de toros de Vera. Les invito a que este año se detengan en esos ternos que pertenecieron a Caro Gil y Pepín Liria, que obser- ven el minucioso bordado de las chaquetillas, el gro- sor de las sedas …y ahora, les propongo reflexionar para ir más allá de lo evidente, pues en un traje de to- rear se borda la personalidad del torero. Así lo definen la maestra Nati y su hijo, Enrique Vera, tras regentar una sastrería de toreros que borda trajes desde prin- cipios del siglo XX. El diseño y la realización de un traje de torero, al igual que un capote de paseo como el de Pepín Jiménez que se expone en su museo, conforman la peculiar esté- tica de una corrida de toros, pero simbolizan mucho más que su propia belleza, porque forman parte de una percepción social más global. En la actualidad, existen diversos espectáculos tauri- nos que se pueden celebrar dentro de una plaza de toros. De todos ellos, las corridas de toros son el es- pectáculo de mayor complejidad, tanto en su diseño y gestión como en su desarrollo. En dichas corridas confluyen diferentes actores que articulan la celebración del espectáculo (toreros, ga- naderos, mayorales, mozos de espada, presidencia, veterinarios, personal de plaza…), y cualquiera de ellos diferencia al espada del resto de actuantes antes de entrar en la plaza de toros, y lo hacen tan solo por su indumentaria, dicha vestimenta se fabrica de forma exclusiva para el momento de la corrida de toros. Además, confeccionar un terno implica conocer as- pectos específicos de la lidia, así como saberes rela- tivos a la ejecución de la técnica de torear. Sobre el diseño de un traje de torero existen registros biblio- gráficos que inciden en la evolución de esta indumen- taria, pero encontramos menos estudios cuando nos centramos en los elementos que diferencian el terno de un torero al de otro; de forma más concreta, nos referimos al bordado taurino pues es el principal ele- mento del traje de torear. El bordado es el referente simbólico de la riqueza vi- sual que exhibe el torero. Como cualquier elemento identitario representa la evolución de la sociedad, sus gustos estéticos y el avance de su tecnología concre- tados a través de los materiales usados para realizarlo. Del mismo modo, cuando observamos un bordado taurino como los que ustedes exponen en su plaza de toros, estamos admirando un patrimonio cultural au- tóctono, pues en España se conserva la ejecución del bordado a mano tanto en los trajes de torear como en los capotes de paseo. Además de todo ello, el bordado taurino constituye un conjunto de recursos que ha formado parte de la economía de las mujeres de este país, pues son las mujeres las que sostienen y transmiten la labor del bordado en la sastrería taurina. Pero no solo es un puesto de trabajo con un marcado rol de género, durante la segunda mitad del siglo XX ha permitido el aporte económico directo de la mujer al grupo familiar y también le ha permitido un rol so- cial activo a través de su trabajo como bordadora en las sastrerías taurinas, aunque éstas fueran regenta- das por hombres. Toda esta complejidad se encierra de forma callada en esos trajes de torero expuestos en su magnífica plaza, no es un mundo nuevo, es la auténtica realidad económica, social y cultural que pervive en nuestra sociedad gracias a la Tauromaquia. Ahora, cambiamos de perspectiva para adentrarnos en otro elemento identitario trascendental, más ge- nérico pero necesario para ser abordado en un pregón taurino, nos referimos a la bravura del toro de lidia. Los criadores de toros bravos, junto al público y la afición, han sido los garantes del elemento más im- portante a preservar como bien cultural inmaterial de las corridas de toros: la bravura del toro de lidia, que pone de manifiesto un enorme patrimonio cultural tan diverso como transnacional. Dicha bravura es el principal elemento que da lugar a todas las manifestaciones culturales, sociales, econó- micas y artísticas que derivan de la Tauromaquia. No cabe duda que la bravura convierte a un bóvido que se defiende en un toro que ataca hasta la muerte, y esa conversión se ha producido de forma lenta, y a lo largo de siglos durante los cuales los criadores de toros han seleccionado los animales más adecuados para transmitir genéticamente esas características, tal y como nos explicaron en este mismo espacio Paco Aguado y Javier Núñez en la última semana cultural celebrada por el Club Taurino Veratense. A través de la transmisión oral de los conocimientos derivados de la observación y la evaluación del com- portamiento del animal, los ganaderos de toros bra- vos han propiciado una protoingeniería genética que ha sido perfeccionada hasta nuestros días, preservan- do un patrimonio genético único de incalculable valor para la diversidad de la fauna de nuestro país. Durante generaciones, los criadores de bravo (mayo- rales y ganaderos, gentes de campo) han hecho posi- ble la adaptación de este animal mediante técnicas y saberes empíricos basados en la práctica y el manejo del toro, que han dado como producto un animal que exhibe unas características morfológicas concretas, con un comportamiento cargado de simbolismo den- tro y fuera de una plaza de toros. Pero el concepto de ‘bravura’ también va más allá, es complejo por su profunda raíz cultural y para todos nosotros genera una imagen mental concreta asocia-
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